Estoy seguro que has escuchado la frase “lo que importa es la intención” y peor aún; siento que eso te molestara, no era mi intención.

Cuántas veces, las personas nos han lastimado y se han lavado las manos diciendo, “no era mi intención”, y volvemos a nuestra vida cómo si nada hubiera pasado, cuando realmente sí pasó. Lo que sentimos no fue algo que se pueda apagar tan fácil.

O que tal que la chava con la que tú sí tenías intenciones de andar, termina en una relación la persona que no tenía ninguna intención con ella. Sin duda alguna ha sucedido más veces de los que nos gustaría admitir, y seguirá sucediendo, porque así es la vida.

Y ojo, ni todo es tan blanco ni todo tan negro, seguramente habrá personas que efectivamente no lograron comunicar bien sus acciones o palabras y eso nos terminó perjudicando. Tampoco se trata de irnos al extremo de tomar venganza, o de dejar que nos afecte toda la vida.

Ese escrito, simplemente es para ser conscientes de que la intención no tiene valor, que no es otra cosa que una excusa que carece de razón. De reconocer que lo que verdaderamente importa es la acción, y no hablo de lo que los demás hacen hacia nosotros, de cómo deberían disculparse o actuar, ya que, si bien podemos influir en ello, muy difícilmente es algo que no podremos cambiar.

Hablo más de que nuestras intenciones no importan. Puedes tener la mejor intención del mundo, pero lo que verdaderamente habla de ti, no es tu pensar, sino tu accionar. Y me pongo a mi primero como ejemplo, puede ser que tenga la mejor intención de ser un gran escritor y algún día poder vivir de ello, pero no es hasta que justamente empiezo a teclear estas letras en este preciso instante, que ese deseo se empieza a transformar en realidad. Y aunque es el primer paso de toda una serie como pulirlo, publicarlo, promocionarlo, etc, es el primer escalón, pero no necesariamente el más importante.

Otro punto importante es la comunicación, porque puedes tener la mejor de las intenciones, pero si no lo comunicas, si no se lo haces saber a la otra persona o al mundo, ¿cómo carajos se van a enterar? Muchas veces, no se trata de lo que dices o haces, sino de lo que expresas.

Puedes ser el mejor escritor del mundo, pero si nunca publicas tus escritos… serás el mejor escritor de tu mundo, no del que está allá afuera, porque nadie tendrá acceso a tu producto.

Y ojo, está bien decir que no fue mi intención, todos somos humanos y cometemos errores, pero si lo vas a decir, no te quedes allí, has algo al respecto para poder solucionarlo, corregirlo, para ajustar la vela del barco. Porque el decir; no fue mi intención, no cambiará el resultado, no hará sentir mejor a la otra persona, no hará que consigas aquello que sí era tu intención…

Tu intención, sin acciones concretas, no cambiará absolutamente nada. Será cómo estar dentro de un circulo de fuego, que por más vueltas que dé, seguirás en el mismo punto, quemándote cada vez un poco más.

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