Por fortuna y a la vez de manera lamentable, no tenemos la capacidad de ser conscientes de todo lo que sucede a nuestro alrededor.
Desconocemos lo que esté haciendo nuestro perro cuando no estamos en casa. No sabemos cómo se siente nuestra pareja con respecto a nosotros al cien por ciento, podremos tener señales, leer su lenguaje corporal, preguntarle, pero sólo tendremos una idea de su sentir y no la verdad absoluta, y no porque nos esté mintiendo, sino porque a pesar de que estemos en el mismo lugar y viviendo la misma experiencia, nuestros puntos de vista son totalmente diferentes, podrán ser similares, pero nunca iguales.
Todos estamos experimentando cosas distintas:
Mientras unos disfrutan la alegría de ser papás y traer una nueva alma a este mundo, otros lloran la pérdida de un ser querido. Son los dos polos de la vida.
Allá afuera, existe alguien que experimenta la escasez, que puede estar pasando hambre y frío, y al mismo tiempo, hay otra persona manejando su automóvil de lujo.
Cuando las personas de México están durmiendo, las que viven en China ya se encuentran en su jornada laboral.
Lo que quiero dar a entender, es que este mundo está lleno de cosas que no conoces, puedes saber qué está pasando en Turquía por medio de las noticias, pero eso sólo es un punto de vista del locutor, para conocer exactamente que está pasando, tendrías que irte a vivir allá, y no sólo un par de días, sino varios meses, incluso años.
Aunque vivas doscientos años, jamás tendrás toda la sabiduría ni todo el conocimiento del mundo.
Existen dos tipos de ignorancia, la que desconoces de manera inconsciente, es decir; ni siquiera sabes que eso existe, y la ignorancia por elección; sabes que existe, pero sencillamente no le prestas atención porque no está dentro de tus prioridades, o peor, está en tu consciencia, pero decides poner la mirada hacia otro lado principalmente por miedo.
Analicemos detenidamente cada una:
La ignorancia por desconocimiento es totalmente normal y natural. Es todo aquello que está fuera de tu zona de confort, y al decir esto, no me refiero a que necesariamente ignores cosas buenas, sino ambos lados de la moneda. Todo lo que está fuera de tu saber, puede ser tanto algo bueno como malo. Es como si entraras a una cueva, no sabes si vas a encontrar un tesoro que alguien escondió muchos años atrás, o bien, pueda ser la madriguera de una manada de lobos. La única manera de descubrir de qué se trata, es entrar y ver qué hay dentro. Es por eso que salir de tu zona de confort puede resultar tanto en algo extraordinario que te lleve a vivir una vida de ensueño, como algo tan aterrador que te impida tomar acción.
Una buena forma de salir de este tipo de ignorancia, es aprender de los demás. Si ves que varios ya entraron a la cueva y todos salen con una moneda de oro, es probable que si entres, salgas también con una. Pero por el contrario, si te percatas que las personas entran, pero no salen de ella, ¿qué probabilidades hay de que tú seas el único que logre escapar con el tesoro?
Deja tu ego atrás y aprende de aquellos que ya tienen la moneda en su mano. El éxito deja huellas, por eso es importante leer, tener la mente abierta y escuchar a las personas que ya están donde tú quieres estar.
El otro tipo de ignorancia, la que es por elección. Es básicamente tener el dominio de tu energía. Sabes que si entras a la cueva podrás salir con una moneda de oro, pero… ¿realmente quieres una moneda de oro? Nos pasamos la vida persiguiendo lo que la sociedad nos hace creer que queremos. ¿Qué tal si lo que estás buscando en realidad es una moneda de plata o bronce? Que aparentemente tenga menor valor no significa que sea peor.
¿Cuánta gente ha desperdiciado toda su vida persiguiendo una moneda de oro que nunca alcanzó?
Por eso te invito a que elijas ignorar todo aquello que no te haga bien, que no te lleve a tu deseo. Si una persona te insulta, no caigas en el juego de provocación y entres en una pelea que sólo te quitará tu valiosa energía, decide mejor ignorarla y enfocar tu atención en aquello que realmente valga la pena.
Si sabes que para cumplir tu sueño, debes de estar concentrado, elige ignorar las distracciones que solamente te alejan de tu meta.
La vida es un juego de atención, a lo que le des tu energía, va a crecer. Aquello que ignores, desaparecerá de tu vida. Sólo ten cuidado con esta frase, porque dar tu atención en exceso puede provocar un resultado contraproducente. Si todas las mañanas riegas una planta, esta crecerá, pero si en lugar de rociarla una vez, lo haces mañana, tarde y noche, esta se ahogará (por más raro que suene), y se terminará marchitando.
Algo similar ocurre en el polo opuesto, no todo lo que ignores desaparecerá. A veces, el ignorar un problema, sólo provocará que empeore. No hay una formula mágica, debemos aprender cuando es importante ignorar, y cuando es necesario prestar atención.
Ignora las cosas malas de la vida. Cuando una persona te diga que no es posible, no permitas que ese pensamiento penetre tu mente. Él o ella lo está diciendo desde su punto de vista y experiencia, si ellos no pueden, no significa que tú tampoco podrás.
Elige ignorar las malas vibras. Decide no prestar atención a la queja. Si te vas a quejar de algo, que sea porque vas a hacer algo al respecto. O tal vez porque vas a liberar esa frustración por un momento y luego seguirás con tu vida, no te estanques.
¿Qué pasaría si eligieras ignorar la culpa? ¿Los sentimientos de rencor? ¿El miedo a fracasar? ¿Pensamientos negativos? Todo aquello que no aporte felicidad a tu vida.
Te invito a que hagas una lista de 10 cosas que harían tu vida mucho más sencilla si tan sólo las eligieras ignorar. Ya que tengas el listado, enfócate en cumplir con sólo una, puede ser la que creas más fácil de poder hacer.
Es mejor realizar alguna cosa que resulte fácil, que por querer ejecutar algo difícil, no hagas nada.