El éxito está profundamente interrelacionado con el fracaso. Es prácticamente igual que el amor y el odio, los cuales a simple vista parecen ser polos opuestos, pero recordemos que del odio al amor sólo hay un paso, y lo mismo sucede con el fracaso y el éxito.

Si bien no es una fórmula mágica, puedes llegar a amar a alguien sin necesidad de antes haberle odiado. En el caso del éxito, pareciera ser una constante el fracasar antes de alcanzar tu deseo. Aunque esto, como casi todo, no es un hecho, sino una alta probabilidad. Sin duda alguna, es posible alcanzar la gloria que tanto sueñas sin necesidad de cometer algún error. De hecho, ese es el objetivo principal, conseguir tu objetivo con la menor cantidad de fracasos.

Actualmente es muy sonado que quien quiere verte triunfar, desea que te equivoques. Porque eso te dará la experiencia necesaria para poder hacerlo de una mejor manera en los siguientes intentos. Pero, ¿no sería mejor ayudarte con algún consejo y evitar esa frustración? Porque hay de errores, a ERRORES. Imagina que trabajas en un banco como cajero y en lugar de entregar cien pesos al cliente, le diste mil. Esos novecientos pesos de diferencia saldrán de tu bolsillo, y puede ser dinero con el que ya contabas para invitar a tu pareja el fin de semana, o tal vez son para las medicinas de tu padre, chance el abono del coche, etc. Evidentemente ese error duele, te enoja, a tal grado que llegas a insultarte. Pero seguramente en uno o dos meses te recuperarás. En un año, ni siquiera te acordarás. Pero, ¿qué pasa si en lugar de entregarle mil pesos al cliente, le das cien mil? Puede ser prácticamente el sueldo de todo un año. Allí el banco no lo tomará a la ligera, seguramente perderás tu empleo y te quedarás con una enorme deuda por cubrir.

Di ejemplos de dinero porque regularmente son los más dolorosos, pero hay errores que inclusive llegan a costar vidas, y una pérdida de esas es simplemente irrecuperable.

La mejor forma para evitar cometer algún error, es prepararte. Es analizar, ¿qué puede salir mal? Es tener un plan de acción, una estrategia que contenga un plan A, B y C… sobre todo, ¿qué hacer en caso de que el plan A falle?

Por el otro lado, la peor forma de evitar cometer un error, es no hacer nada. Porque la inacción, regularmente, no te traerá ningún beneficio. Si te equivocas, y por fortuna no se trata de un error grave, puedes rápidamente buscar la forma de solucionarlo. Por ejemplo, en mi caso, al escribir mil palabras al día, por el objetivo que me propuse de crear una historia o una reflexión de lunes a viernes como mínimo. Es evidente que en alguno me voy a equivocar, puede que comparta algo erróneo como una falta de ortografía, algo fuera de contexto, una idea mal empleada, no obstante, al terminar el mes, tendré veinte escritos publicados en mi blog personal, y estoy seguro que al menos uno de ellos, le cambió la vida a una persona. Eso suena muy ególatra de mi parte, pero al menos alguna frase pudo haber impactado en una persona de manera positiva, a fin de cuentas, ese es mi objetivo. Mi meta no es escribir palabras que rimen, sino que le sean de ayuda a los demás.

Otra forma de evitar cometer algún error, es observar las equivocaciones de los demás, inclusive preguntarles por qué lo cometieron, claro, siempre con respeto, pues lo que quieres es aprender, no juzgar.

Por último, es atreverse a cometerlo. No hay ninguna garantía de que si lo intentas, vas a triunfar, y del mismo modo, no existe nada que te asegure de qué si te arriesgas, entonces fracasarás. Todo en esta vida es un volado. Hemos visto películas fracasar sin importar que cuenten con el mejor marketing, un enorme presupuesto, actores de renombre, etc. Y existen filmes que resultaron todo un éxito con un presupuesto diminuto y actores desconocidos. Es decir, de la misma forma que nada te garantiza el éxito, tampoco existe algo que te garantice el fracaso.

La vida es demasiado incierta, yo estoy peleado con la inacción, porque desde mi entorno, tanto personalmente como a las personas que me rodean, he sido testigo de que a quienes mejor les va, es a quienes ponen en acción sus ideas. Pero también me ha tocado ver a una persona que sin hacer nada, le llegó una gran herencia, de la cual no tuvo que hacer nada más que estirar los brazos. Pero seamos honestos, ¿Qué probabilidades hay de qué eso te ocurra? Yo sólo conozco a esa persona que te cuento. A todas las demás que tienen la inacción como filosofía en su vida, probablemente no les va tan mal, pero siempre, sin excepción, se están quejando de algo.

Este mundo no se trata de acertar o errar, sino de aumentar tus probabilidades de tener éxito. Y no entraré en la definición de esta palabra porque para todos es diferente. Para mí, tener éxito, puede ser tener el tiempo de pasear a mi perro, para ti, seguramente es algo distinto.

El punto al que quiero llegar, es que aprendas tanto de tus errores como de los demás, pero no te quedes allí, no sólo digas me equivoqué, no lo volveré a hacer. Ve más allá. ¿Por qué pasó? ¿Fue algo que pudiste evitar o estuvo fuera de tu control? Porque esa es otra, puedes tener el mejor plan, corroborado por inteligencia artificial, sustentado con datos de más de quince años, y aun así, no alcanzar el objetivo.

Enfócate en aumentar tus probabilidades y aprende a medir el costo de poderte equivocar. Retomando el ejemplo del cajero del banco. No es lo mismo equivocarte al dar cien mil pesos de más teniendo un capital de doscientos mil en tu cuenta bancaria, que siendo tu saldo de tan sólo mil. En ambos casos dolerá y te llevará la fregada. Pero en el último, no sólo perderás tu fuente de ingresos, sino te provocará insomnio, estrés, irritabilidad, inclusive, las ganas de vivir.

Toma mayores riesgos cuando el costo de equivocarse es bajo, es decir, no es algo que te genere un gran impacto. Y cuando el costo de equivocarse sea alto, toma un riesgo que sea menor, o por lo menos, en el que cuentes con mayor información y un profundo análisis. Es decir, que tus probabilidades de tener éxito sean altas, y de no ser así, investiga qué opciones tienes para aumentarlas.

Puedes medir el costo de un error por el nivel equivalente de paz que te quite.

Obviamente existen más formas de evitar cometer algún error, nadie tiene la verdad absoluta ni una fórmula que funcione el 100% de las veces. Además de que depende mucho el contexto y el ámbito, no es lo mismo triunfar en las finanzas que en el amor, son dos cosas completamente diferentes. Por eso existen personas extremadamente ricas, pero solas. La clave está en tener ambas áreas cubiertas de una manera efectiva, sin embargo, ese ya es otro tema para otro escrito. Quédate con que esto tan sólo es la semilla, un par de ideas que sin duda alguna te serán de ayuda, pero que no son suficientes. Debes de seguir investigando, aprendiendo, preparándote… Y eso, querido amigo, o amiga, nunca termina.

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